Usar una metodología de trabajo colaborativa que permita crear y gestionar un proyecto de construcción, y, de esa forma, centralizar toda la información en un modelo digital, ya es una realidad en el país. Así lo reveló la presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Sandra Forero, quien destacó que más del 40 por ciento de las edificaciones nuevas que se desarrollan en Colombia, ya están implementando el Modelado de Información para la Construcción (BIM, por sus siglas en inglés), una tecnología que está revolucionando la forma de edificación en el mundo.
Según Camacol, BIM supone la evolución de los sistemas de diseño tradicionales, basados en el plano, ya que incorpora información geométrica (3D), de tiempos (4D), de costos (5D), ambientales (6D) y de mantenimiento (7D). El aporte de esta digitalización en la construcción se resume –según el gremio– “en 600 días de reducción directa del cronograma de obra y de 32 por proyecto, en promedio. A esto se le puede agregar el aumento del 25 por ciento en la productividad y la disminución de 2,5 por ciento en los costos por obra”.
“En el caso de Colombia aún tenemos brechas frente a otros países y necesitamos cerrarlas; por eso, la transformación digital es una gran oportunidad para mejorar la eficiencia, y, sabiendo que esta es una de las locomotoras de la economía, el impacto podría ser aún mayor”, anotó. De hecho, la constructora ha ejecutado 61 proyectos con BIM y ha creado 25 instructivos, a los que les suma 9 estándares y protocolos aplicados”.
El desarrollo de proyectos basados en la tecnología BIM ha ganado más importancia en diferentes países, al punto de que en varios se ha convertido en ley, cuando se trata de obras gubernamentales. Su desarrollo permite la discusión sobre métodos de estandarización de modelado y estrategias efectivas para aprovechar su potencial; por eso, se han establecido estrategias que promueven el uso de esta herramienta a lo largo de la Unión Europea (EU BIM Task Group), Estados Unidos, Canadá, Chile, Perú, Argentina y México, y ahora Colombia.
Fuente: El Tiempo